Viaje al horror. Visitando Sachsenhausen, campo de concentración de la Alemania Nazi.

Creo que fue una de las experiencias más fuertes que llevo en estos meses por Europa. 
Demasiado horrible para describirlo.
Gedenkstätte, ciudad para el recuerdo.


Sin duda, es una visita que recomiendo. Necesaria para terminar de entender lo que fue algo muy terrible de la barbarie nazi y soviética. Si aunque no lo puedan creer, primero fue campo de concentración Nazi y luego soviético.
Entrada.
El reloj marca la hora en que los soviéticos liberaron el campo.

Sabía a donde estaba por entrar  y a lo que me iba a enfrentar. Pero una vez estando allí, mi imaginación no permitía situarme en esa situación. ¿Cómo pudo el ser humano llegar a algo así?

Antes que nada, voy a situarlos en tiempo y espacio.

Está situado en la población de Oranienburg, a 35 km de Berlín.

Comenzó a funcionar el 12 de julio de 1936, cuando las SS transfirieron 50 prisioneros desde el campo de Esterwegen. En una primera fase, el campo de Sachsenhausen fue destinado principalmente a prisioneros políticos, pero desde 1938 fueron llevados allí miles de judíos, desde 1940 miles de polacos y desde 1941 miles de militares soviéticos, 18.000 de los cuales fueron fusilados. Los primeros años de Sachsenhausen fueron de concentración, no un campo de aniquilación.

Durante la guerra, Sachsenhausen se expandió en un sistema de trabajo forzado en 60 subcampos, concentrados alrededor de las industrias de armamento, que utilizaba la mano de obra gratuita de los prisioneros, en la región de Berlín.

Los presos también fueron sometidos a experimentos médicos. En enero de 1945 había más de 65.000 prisioneros en Sachsenhausen, incluyendo a más de 13.000 mujeres. Los archivos registraron la entrada 140.000 prisioneros durante el tiempo que funcionó el campo y reconocieron la ejecución o muerte de 30.000 prisioneros, pero en esta cifra no se incluían a miles prisioneros de guerra fusilados apenas llegaban.


Antes de su inminente derrota, los nazis ordenaron trasladar a los prisioneros. Las SS dispararon contra todos aquellos incapaces de caminar. Las tropas soviéticas liberaron a los supervivientes el 2 de mayo de 1945, cerca de la ciudad de Schwerin.

Desde que las fuerzas soviéticas ocuparon Berlín hasta 1950, Sachsenhausen pasó a ser un campo de concentración soviético usado para represaliar tanto a supuestos colaboradores de los nazis dentro de la población civil, como a los funcionarios del gobierno nazi y antiguos militares alemanes, incluidos prisioneros de los Aliados occidentales. 


Una de las cosas que me impresionó fue la dimensión del campo. Es realmente gigante. Entre 3 y 4 horas es lo recomendable para recorrerlo todo. Aunque si le metés pata, en 2 horitas lo podés recorrer.



Aquí abajo la entrada. Cuando los prisioneros llegaban leían: "El trabajo os hará libres"... Pero la realidad era que la única manera de salir, era por las chimeneas. Un poco fuerte, ¿No?



Las condiciones de trabajo y de vida respondían al concepto de "exterminio mediante el trabajo" por lo que la muerte era algo cotidiano.

En la fachada delantera de las barracas se podía leer la siguiente frase que grabaron los de la SS: Hay un camino hacia la libertad. Sus hitos son estos: Obediencia, Aplicación, Honestidad, Orden, Limpieza, Sobriedad, Franqueza, Sentido del Sacrificio y amor a la Patria”.

Mientras seguíamos con el recorrido, me topé con este cartel:

"Se disparará indiscriminadamente sin previo aviso". 
Una forma de avisar ante cualquier intento de fuga. 

Detrás se ve alambre de pua electrificado. Muchas veces ocurría que los presos, al no tener esperanzas de vida, se suicidaban lanzándose a él.

 Se estima que de las 200.000 personas que pasaron por allí, murieron entre 20.000 y 50.000.

Laboratorio de Patología.


En Sachsenhausen, los presos también fueron sujetos a experimentos médicos.

Probaron compuestos de inmunización y sueros para la prevención y el tratamiento de enfermedades contagiosas, incluyendo malaria, tifus, tuberculosis, fiebre amarilla y hepatitis infecciosa.

También sometieron a los presos a experimentos con gas mostaza para probar los antídotos posibles. Qué terrible. Cómo puede ser Dios mío. Y pensar que fue hace unos 66 años, de no creer.

Leí que rajaban los muslos y brazos de los judíos para coserles dentro paja podrida y experimentar posteriormente con fármacos contra la gangrena gaseosa. Realmente el laboratorio de los horrores.

En este lugar tiraban los cuerpos que venían de la cámara de gas...




Mientras estoy escribiendo, me corre un escalofrío por todo el cuerpo. 

Luego llegamos a la pared de fusilamientos, en la llamada Zona Z, última letra del abecedario, marcando el final de sus vidas.

Como pueden observar es una zona escavada, recubierta de troncos. 
Al final se agrupaba a los prisioneros y se los fusilaba.



Pero el problema que tuvieron era: ¿qué hacían con los cuerpos? En un principio los trasladaban en camiones y se los tiraba en fosas comunes. Pero un día hubo un accidente, y uno de estos camiones volcó, derramando cuerpos en el pueblo. Esto fue una mala imagen para el régimen nazi, por lo que se concibió la idea de los hornos crematorios.

Eran sumamente potentes para abrasar cuerpos. Funcionaban de día, y de noche.


Luego llegamos a los barracones, más precisamente al 38 y al 39.

La vida allí era muy dura. Llegaban a convivir más de 400 personas.


Se los levantaba a las 4 de la mañana y a las 5 ya tenían que estar desayunados, con su uniforme en la plaza del recuento, llamada así porque era dónde los contaban y se fijaban si alguno se había escapado. No creáis que el desayuno es como el que ofrecen en un hotel 5 estrellas. El de ellos constaba de un café aguado y algo de pan. Por las noches, sopa. Pero en los malos tiempos, la ración de sopa se les daba cada cuatro días.

Las condiciones higiénicas eran las peores. Todos esos inodoros para 400 presos. Sí, así como leéis. No todos podían acceder a ellos, por lo que hacían sus necesidades encima.

Claro está que los baños y las duchas eran un gran foco de infección y enfermedades, por lo que los alemanes se negaban a limpiarlos.

Al entrar al barracón, la puerta muy estrecha, un olor raro, y mucho silencio. Mi cabeza no podía dimensionar todo lo que allí había ocurrido.

Las duchas es otro lugar de terror. 
Se sabe que los guardias de la SS ahogaban a los prisioneros allí. 
¿Cómo puede ser algo así?


Aquí están las literas, una pegada a otra.Se dice que se construyeron así para poder ser un nido de enfermedades y contagios.
 En las literas dormían hasta 3 personas.

En algunos barracones dormían en sacos de paja.



Falsificación

En este campo de concentración se llevó a cabo una de las falsificaciones monetarias más grandes  de la historia. Los alemanes llevaron prisioneros que conocieran oficios como fotografía, dibujo, y otros trabajos relacionados con el arte de la imagen. 

Con los medios tecnológicos de la época era difícil crear réplicas idénticas de un billete, sin embargo los conocimientos de estos prisioneros consiguieron desafiar hasta el más minúsculo detalle de los billetes de libras esterlinas. Luego de la falsificación todo el mundo consideraba estos billetes verdaderos, y por tanto circuló como si fuera dinero real. Esta operación se llamó Operación Krüger.
 Una vez que la operación concluyó, los prisioneros debían ser enviados a Auschwitz para su exterminio. Puesto que todo judío estaba condenado a morir, para evitar esto, pidieron permiso para continuar la operación de falsificación diferenciándose de la anterior en la que se iba a copiar dólares estadounidenses. El permiso les fue concedido, con lo que pudieron alargar su vida. En esta ocasión no se llevó a cabo la puesta en circulación de estos billetes debido a la derrota alemana en la guerra. 

En este campo se falsificaron nueve millones de billetes, valorados en 650 millones de dólares. Los billetes fueron encontrados años más tarde por estos lagos y, debido a que los pobladores de las aldeas los encontraban y los consideraban auténticos, se pusieron a circular en toda Europa, con lo que se hizo necesario un cambio de formato de los billetes de libras esterlinas. 
VER: Los Falsificadores


Estos eran sus uniformes.
A los presos nuevos se les entregaba el uniforme de otro recluso muerto.
Cada uno llevaba un número de identificación y una estrella. 

Su color dependía de una clasificación que no me atrevo ni a escribirla: si era homosexual, gitano, judío, prostitutas, discapacitados... Bueno, listo, no quiero seguir con esa lista.


El día gris, con algunas lluvias y mucho frío. No quiero imaginar el frío que ellos pasaban. Durante las noches, 20 grados bajo cero, y muchos de ellos morían.

Si tienen la posibilidad, recomiendo su visita. (A este, o a otro campo de concentración).
 Sin lugar a dudas, desborda por completo todos los sentidos.

Por más increíble que parezca todo esto, es algo que ocurrió. 

¿Cómo es posible que  hayan creado los conceptos de cámara de gas, hornos crematorios y todas las atrocidades que se cometieron?

Lo siento ser tan repetitiva en algo pero no puedo concebir la idea de que el "ser humano" haya sido capaz de llegar a algo así.

Comentarios

hernan_0 ha dicho que…
El año pasado estuve cerca de ir pero el volcán en Islandia me complicó el viaje.
Viendo tus fotos, y las de amigos que fueron a ese u otros, por algún motivo, siempre, pero siempre, está nublado...increíble...
Anónimo ha dicho que…
Estuve allí mismo hace 4 días, muy recomendable la visita. De lo que más me impresionó de mi viaje en Berlín.

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